¿Utopía? Si crees que lo es, lo será...

Este blog nace con la finalidad de informar sobre acciones, campañas, cursos, manifestaciones, charlas y todo tipo de eventos públicos, ya sean de protesta o meramente informativos y contrainformativos.

Hay una necesidad* cada vez mayor de organizarse y asociarse en núcleos locales para la acción pacífica, en una sociedad cada vez más individualista, competitiva e indiferente, en contraste con sociedades participativas, cooperativas y respetuosas.


Además, en esta página también se pueden ofrecer bienes y servicios en el trueque. Esto se propone dada la gran acaparación de objetos por simple consumismo, y porque en parte se ha perdido el intercambio no monetarizado y personal. Se da una visión dependiente del dinero como fin en sí mismo y no como valor abstracto para conseguir recursos, que son realmente los importantes.

Cualquier tipo de comentario, ya sea crítica, opinión o duda, será bienvenido.

*Esta necesidad es el resultado de factores éticos (leyes comerciales injustas, mano de obra sobreexplotada...), sociales (despersonalización de las grandes ciudades, baja calidad de relaciones locales...), económicas (crisis mundial, constante necesidad de deudas hacia la banca...), medioambientales (cambio climático, disminución de recursos básicos como el agua potable, etc...) y contextuales (agotamiento de energía en la que está basada nuestra sociedad, gran influencia de las corporaciones internacionales...). Todo esto es debido al fracaso y la insostenibilidad de un sistema dependiente de un crecimiento económico continuo (imposible de sostener en un planeta finito), y éste a su vez dependiente de consumo innecesario e insatisfacción.

"El mundo sólo evolucionará y superará su situación de crisis usando otra forma de pensar, diferente a la que creó la situación". (A.Einstein)

viernes, 10 de octubre de 2008

¿Cambiar el Sistema?

A la hora de echar las culpas de algún problema social, político, etc hay una contestación muy socorrida: la culpa es del Sistema. Como si el tal Sistema fuera un ente todo poderoso que no hace más que empeñarse en amargarnos la existencia. Al fin y al cabo, ¿qué es el sistema?. No son solo los políticos ni la forma de gobierno, sin gente que los apoyara se derrumbarían como castillo de naipes. No es la economía en sí ni el dinero, no son más que un intercambio de bienes materiales o inmateriales. Tampoco son las leyes, el poder, o la Constitución. El sistema no es ni más ni menos que tú, yo... nosotros en definitiva con nuestra forma de actuar. Y llegados a este punto nos tenemos de cuestionar si realmente queremos cambiar el sistema. Porque ello implicaría cambiarnos a nosotros mismos, de qué manera y en qué circunstancias dependería de en qué forma queremos que se produzca el cambio.

Pero hay aquí una verdad:
realmente no es difícil cambiarlo puesto que lo estamos haciendo continuamente con nuestros actos y no actos, nuestras palabras y no palabras, nuestros sueños e pensamientos. Normalmente lo hacemos en una dirección ya establecida, pero lo estamos creando al fin y al cabo, cada día y cada momento. Quien quiera un mundo mejor para sí mismo no tiene más que empezar por su entorno, no solemos creer en la importancia de los detalles, pero la vida está compuesta de pequeños detalles, y la humanidad de personas con sus defectos y problemas cotidianos, cada uno con sus pequeñas miserias. Por poner un ejemplo, en el mundo globalizado en que vivimos lo que compramos aquí tiene repercusión en otros países, en otras personas; por no hablar de relaciones en nuestra familia o vecindario.

Seamos egoístas, pero tan egoístas que no nos conformemos con el nivel de vida que tenemos ahora y exijamos un mayor compromiso de los que nos gobiernan en materia de educación, vivienda, sanidad, m.ambiente. Tan egoístas que no nos conformemos con el agua, la energía, los ecosistemas, el aire que respiramos, el clima que tenemos hoy, sino que queramos conservarlo y mejorarlo para las generaciones futuras. Tan egoístas que no permitamos que los derechos de alguien que mañana pudieras ser tú se ahoguen y se olviden. Y para querer recibir, lo cual implica haber dado antes. Tan egoístas como para al menos intentarlo... Es el mejor regalo que nos podríamos hacer a nosotros mismos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

...yo también pienso lo mismo. Pero todo está bastante remal, hay que cambiar la cabeza, tener pensamientos de ubicación aternativa, o sea, ponerte en otras pieles. Y quién? qué fuerza social política está dentro de este sistema apoyando una educación que permita el conocimiento y la práctica de ese principio de humanidad (sin que entren los que comercian con dioses y profetas)...a quién votamos? pongamos que hablo de Madrid, ¿a los interesados? ignorantes de solidaridad: malvados, creadores de infiernos.

Marea negra dijo...

Bueno, yo creo que los principales responsables seríamos nosotros, toda la sociedad, antes que los políticos (son personas desempeñando un papel que el sistema les pide), si la sociedad cambiamos y nos hacemos oir, exigiéndoles cambios, al final acabarán aceptando esas nuevas normas porque se habrán definido como que es "lo aceptable y lo correcto". Sí que creo que votar es un recurso, pero tan básico que debería de ir acompañado de otros mucho más importantes, como ir a las manis, etc.

PD: el cambio se vería reflejado en el dibujo, según mi interpretación jeje, en el globo que va a soltar la niñita, que representaría la dependencia del placer del consumo inmediato que tenemos, que nos impide ver la basura que tenemos debajo.

Un saludo, y perdón por el rollo :P

juanmalt dijo...

Pero eso no es egoismo, sería precisamente lo contrario. Es que el egoismo es querer algo para tí pero con una visión estrecha en la que los demás no cuentan. Me parece que como táctica sería mejor utilizar otros conceptos en vez de el de egoismo, porque puede confundir un poco.

Marea negra dijo...

Hola, te entiendo, pero lo he llamado egoísmo porque parece que está de moda ser egoísta, y que ser el buenecito y el altruista es ser solo un tonto.

Sin embargo, pensar en uno mismo es a su vez pensar en los demás, y por eso alguien que no piensa en los demás no piensa en sí mismo en absoluto. Por tanto no sería egoista aunque lo intente, yo le llamaría sencillamente ignorante.